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ERASE UNA VEZ, MARCOS Y UN PINCEL...

     ¡Bienvenidos, dibujantes y no dibujantes!
     Mi nombre es Marcos y los invito a visitar mi mundo de lápices, hojas, pinceles, escritos, colores varios y borrones muchos.
     Para algunos de ustedes, éste blog solo será un portfolio. Pero, para mí, es un grato camino que me permite mostrar lo que hago mientras agrego color a mi vida...
     Dibujos... Ilustraciones... Historietas... Relatos... No importa lo que salga de mi cabeza, mi pincel va estar listo para plasmarlo en donde sea... Y no importan las piedras que tenga el camino, un pincel nunca debe detenerse...
     Ojalá disfruten el material de mi página, y me encantaría que participen preguntando, comentando y cuestionando, porque toda crítica siempre nos permite mejorar.
     A todo el que se anime... ¡BIENVENIDO...!

Marcos en su escritorio

PRIMEROS LAPICES

     Según las crónicas de mi familia, llegué al mundo un 24 de diciembre de 1976, mezclado con bolsas de regalos y botellas de sidra... Momento complicado si los hay, y más si le agregan fuegos artificiales a semejante trajín...
     Recuerdo haber jugado con lápices desde muy chico, que fueron mis juguetes predilectos junto a los "rasti" y los juegos del estilo "mecano". Y he dejado mis huellas de color en cada papel que se cruzara en mi camino, sin importar que fueran revistas, certificados de nacimiento, la tarea de mi hermana o los papeles de trabajo de mis viejos...
     Para colmo, jamás me decanté por ninguna temática específica. Dibujaba de todo un poco, copiando personajes de televisión, revistas o historietas. En la escuela también destacaba por mis dibujos, especialmente en la secundaria, pero lo que me orientó al mundillo de la historieta fue La Muerte de Superman, editada en nuestro país por Editorial Perfil en el año 1993.
     Con ésto estoy dejando en claro que pertenezco a la Generación Perfil. Los que saben a qué me refiero, tendrán una sonrisa en sus bocas. Y los que no, pueden probar una excelente herramienta llamada Google. Usenla, que no muerde...

INFLUENCIAS

     ¿Influencias?  Uff...
     Los dibujitos de Hanna-Barbera... Los animés de los ´70 y los´80, como Astroboy, Heidi o Mazinger Z... Algunas viejas revistas de Editorial Novaro, y hasta las publicaciones del tipo Patoruzú, Anteojito y Billiken.
     ¿Cuánto material pasa por nuestras manos y lo olvidamos con el paso del tiempo? Todo lo que tocamos, tarde o temprano, se convierte en parte de nuestra influencia, ya sea creativa, laboral, política o lo que sea. Hay cosas que no se pueden olvidar, aunque no seamos conscientes de ellas.
     Pero sí soy muy consciente de dos series animadas que me marcaron siendo muy chico: Transformers y Robotech.
     Transformers me sumergió en el mundo de los robots transformables, y me ha entusiasmado tanto que he llegado a fabricar mis propios Transformers con papel y plasticola (Bumblebee me resultó uno de los más fáciles de armar, pero Grimlock y Astrotrain me dieron muchos dolores de cabeza...)
     Por otro lado, Robotech me encantó por sus mechas transformables y por su historia de amor en un trasfondo bélico por nuestra supervivencia (levanten la mano aquellos que detestan a Minmay...). Tuve la suerte de conseguir Super Dimensional Fortress Macross y disfrutarla tal como se emitió en Japón. A mi gusto, es mucho mejor que la adaptación que hicieron los norteamericanos, conocida acá como Robotech, Primera Generación. (si no saben de qué hablo, vuelvan a probar con Google...)
     Mis primeros dibujos e historietas no tienen un estilo definido, pero con el tiempo fui adoptando algunas líneas del manga (mi historieta favorita es Battle Angel Alita) y poco después empezaría a usar elementos del estilo cartoon, propio de las series animadas de DC Comics.
     Así empecé a definir un estilo propio, que reúne cosas de diferentes autores y de otros estilos, pero me gustan mucho el trabajo facial de algunos dibujantes, como Adam Hughes y Kevin Maguire,.. (influencias de mi pasado en la generación Perfil...)

FORMACION

     Fue a partir de 1997 en que, de a poquito, empecé a perfeccionar mis trabajos cuando me incorporé a la EAH, la Escuela Argentina de Historieta.
     Recuerdo que la invitación me llegó a partir de la revista Comiqueando, y en ese entonces me sentí un groso por el simple hecho de haber sido tenido en cuenta.
     En la EAH, tuvimos un curso introductorio de la mano de Andrés Accorsi, y luego hice la rama de Dibujo, ya que era mi orientación natural.
     El primer año de dibujo tuve como profesor al gran maestro Juan Zanotto, y el segundo lo hice con ese otro maestro llamado Quique Alcatena.
     También recuerdo que fue una época difícil para mí, porque estaba sin trabajo fijo, y me costaba mucho estar al día con las cuotas. Gran parte del segundo año me lo perdí, pero la EAH me hizo el aguante y me permitió abonar las cuotas cuando pudiera. Además, mis profesores y compañeros hicieron mucha fuerza para que no deje de cursar.
     Por ese entonces, también empecé a tener un problema en mi mano buena, que aún hoy sigue siendo un impedimento. Pero, a pesar de todo, me hicieron seguir adelante, y lo que aprendí durante esos tres años y medio es impagable.
     Durante ese lapso, con un grupo de compañeros, dimos forma a un fanzine llamado Discípulos. Publicamos tres números (el 0, el 1 y el 2) y luego lo dejamos en manos de otros alumnos de la EAH para dedicarnos a un proyecto más ambicioso: la revista H de Héroes y nuestro propio universo superheroico. Podrán conocer más de éstas obras en el apartado Historietas.

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